8 March, 2010
MOVIMIENTOS TELÚRICOS ESTRIDENTES
Con admiración, respeto y cariño a todas las mujeres por su día
La semana pasada, entre el merequetengue que se traen nuestros distinguidisimos polacos, el triunfo de nuestra selección, el aumento en el precio de la gasolina, el histórico y triunfal registro de parejas del mismo sexo para contraer matrimonio por primera vez en nuestro país, el aumento del número de asesinatos, etcétera, etcétera, hubo una noticia que provino más allá de nuestras fronteras que me dejo un tanto reflexivo, y es la que tiene que ver con el sismo del fin de semana antepasado en Chile; y es que ya son dos movimientos telúricos significativos que han azotado nuestro continente en menos de 3 meses; dejando pérdidas humanas considerables.
Me llama la atención como es que ahora muchos salen argumentando que son respuestas que la Madre naturaleza tiene para tanta agresión y descuido que ha recibido por parte del ser humano y su actividad industrializadora.
No quiere decir que no haya un deterioro del Medio ambiente a nivel mundial, o que lo del Calentamiento global sea una jalada de pelos; por supuesto que ciertos fenómenos naturales como lo son las lluvias torrenciales, nevadas excesivas, sequías, etcétera dependen en gran medida de dicho calentamiento global provocado por la actividad humana irracional; sin embargo en el caso de los sismos nada tiene que ver con lo anterior, al menos no en los últimos dos fuertes sismos ocurridos; tampoco es que Carstens se haya tropezado y caído.
Los sismos tienen cierta similitud con la historia, ya que son cíclicos, ocurren determinado tiempo y atienden a fallas geológicas, además son imposible de señalar con exactitud cuándo ocurrirán; lo que si sucede es que sus consecuencias son terribles en todos los sentidos y en casos como los de Haití sus secuelas se dejan sentir hasta estos lares tequileros; aquí na’mas le costó la expulsión de su partido a un diputeibol por sus declaraciones racistas y homofóbicas en contra de los haitianos; no quiero imaginarme lo que sucederá cuando un sismo de fuerza similar sacuda el territorio nacional (ya en 1985 nos tomo por sorpresa uno), no es que sea ave de mal agüero, sin embargo sí creo que un fenómeno de tal magnitud evidenciaría la fragilidad y poca estabilidad que tenemos como nación; y es que imagínense Ustedes, vivimos en un estado de ingobernabilidad en el que las organizaciones delictivas traen en jaque a las autoridades, suficientes escalofríos sentimos cuando nos suben los impuestos o nos devalúan la moneda, luego los escalofríos se convierten en influenza, la influenza se vuelve desempleo, el desempleo se traduce en hambruna, la hambruna muta en delincuencia, la delincuencia…bueno ya!
¿Creen que soportaríamos una oscilación de tal magnitud como la de Chile? Ya bastante nos lo dejan ir cada vez que pueden…nuestra clase política y gobernantes no pueden pronosticarnos ni tampoco son capaces de ponerse de acuerdo y proporcionarnos estabilidad en asuntos que competen y están al alcance de sus manos, ¿creen que serán capaces de intervenir en situaciones que escapan totalmente del control del ser humano, como lo es un terremoto?; en todo esto noto cierta similitud entre el fenómeno natural y los temblores que como nación tenemos día a día; y es que ambas oscilaciones al final de la sacudida siempre nos dejan afectaciones que son resentidas en mayor medida por los que menos posibilidades tienen y se encuentran en situación de desventaja.